Finalmente aquí os dejo la
reseña de Al faro, y ya podéis
deducir que por todo el tiempo que he tardado en leerlo y digerirlo, -a parte
de todos los exámenes y trabajos- es signo de su dificultad. Aún así, hay que leer a Virginia Woolf!
Es una
tarea inútil la de describir la trama Una familia inglesa, pasa los
veranos en la casa de vacaciones en la isla de Skye, Escocia, junto a sus
vecinos y amigos. De la tranquilidad de los paseos veraniegos por la costa y
las cenas en sociedad, surge la acción principal de la novela; la obsesión de
los niños de ir al faro. El padre autoritario niega cualquier posibilidad de
hacer la excursión, argumentando el mal tiempo que puede hacer el día
siguiente en alta mar; la madre, la señora Ramsay, consuela a sus hijos,
postergando la salida prometida. Como
es característico de toda novela de Virginia Woolf, la narración se pasea por
las conciencias de los personajes, el matrimonio Ramsay, la pintora Lily,
William Bakes, viudo con el que coquetea, los niños…
Sin embargo, por las
novelas que he leído de esta autora he encontrado en Al faro una implicación
más allá de la empresa estética que lleva a cabo con el fluido de conciencias,
más allá del experimento de explorar los pensamientos y sensaciones que
constituyen la vivencia del sujeto en su relación constante con su mundo.
Mister Ramsay, un profesor, un sabio, discurre entre reflexiones filosóficas
algo forzadas, que él mismo motiva de manera explícita, y los
pensamientos banales que le acuden a la mente, que le rebajan a una calidad
humana primaria. Mister Ramsay deja entrever la exigencia del hombre sabio que
se halla en una constante demostración ante el mundo de su autoridad, de
su capacidad y superioridad y que siempre guardará para sí un remordimiento: la incoherencia del filósofo casado con siete u ocho hijos.
"Esa manía de hacer frases la enojaba; y contestó a su marido, en un tono corriente, que la noche estaba preciosa y que no había motivo para refunfuñar. Lo dijo medio riendo, medio quejosa, adivinando que quizá él pensaba que hubiese escrito mejores libros de no haberse casado."
Miss Ramsay, conocedora del talante de su
marido, acepta su carácter solo porque también ha detectado la debilidad que
esta superioridad comporta, este miedo al qué dirán, esta exigencia
que vive cada día cuando reafirma su máscara. Ella se refugia en sus
pensamientos, y en ellos se vislumbra también cómo se ha definido en relación a
su marido, cómo se ha ajustado a él y callado todo lo que nosotros ahora,
gracias al acceso a su conciencia, se nos hace evidente. Así es como defino, al
matrimonio Ramsay como la clásica pareja que vive en sociedad y está pendiente
de ella constantemente.
La contraposición la
encontramos en Lily, la pintora. He encontrado en ella el personaje clave en su
desarrollo y por ello, el más interesante. En su pensamiento se da la lucha de
la creación, la reflexión constante sobre los colores, las formas,
los temas de sus cuadros, la comprensión de la realidad a través del
filtro del genio creador. Obviamente, ella tampoco es un personaje
desligado de las relaciones sociales, pero vemos en ella una resistencia
a entregarse en cuerpo y mente a las dinámicas hipócritas de esta. Vemos cómo
se le proponen en matrimonio, cómo tiene la posibilidad de formar una
familia, o finalmente, una aventura, pero ella se resiste, fracasando en
una parte de su vida, pues se convierte en la soltera incomprensible desterrada
a la soledad de la creación que ella ha elegido.
Los hombres afirman: "No quería soportar la conescendencia de estas mujeres estúpidas", los demás, los otros, le han dicho "Las mujeres no saben escribir, las mujeres no saben pintar" y Lily piensa: "Siempre (y no sabía si esa necesidad era inherente a su sexo o a su naturaleza) atravesaba unos instantes de desnudez, antes de trocar el aire de la vida por la concretización de la pintura, instantes en los que parecía un alma nonata, un alma arrancada de su cuerpo (...) Entonces, ¿por qué pintar?"
Encuentro
esta novela como una de las más importantes de esta autora, por lo comentado,
no solo sus técnicas narrativas han logrado lo impecable, sino que en
esta colmena de conciencias, este collage que aspira a la forma pictórica
propia del cubismo, o como ella decía estas cavernas que se hallan
conectadas entre sí por medio de túneles subterráneos, en estos pensamientos,
digo, se hallan inscritos gran cantidad de reflexiones sobre el comportamiento
social, familiar, matrimonial, sobre las relaciones entre
diferentes sexos, el paso del tiempo... En la lectura se forma una crítica a
las exigencias sociales que los personajes han integrado, se demuestra
cómo los pensamientos están repletos de la influencia que el mundo hace sobre
ellos. De nuevo, Woolf dibuja sus personajes en su mutabilidad e
inconsistencia, en su incoherencia, y nos enseña de nuevo cómo la
identidad es una ilusión.
Gran novela, confieso que
es compleja, que exige una lectura atenta y paciente. De hecho, el lector debe
ponerse al servicio del libro, dejarse llevar por las olas de la
narración, por el flujo de conciencias.
Virginia Woolf
Alianza, 2012
10,80e
288 pág.